(Primera Nota)
Los Tiempos
Presente
Cuando tenía unos veinte años menos, la llegada de un nuevo año estaba asociada al festejo. Pero es curioso cómo va domando el tiempo o, mejor dicho, el exceso de estancia natural en la vida, porque ya no considero tanto los festejos y a veces caigo en la tentación de contemplar la gravedad que inspira el tiempo. Quizá me hago un poco más vieja cuando pienso en que cada nuevo año puede comenzar con una renovada nada: ¿más de lo mismo?, me suelo preguntar.
La vida se puede describir desde muchos puntos de vista, como el de la biología, el que sobrecoge desde futilidad astronómica o a través de la literatura. Desde el ámbito histórico parece que la vida cuenta poco, porque se convierte en un mero análisis del acontecer humano con pretensiones de objetividad. La vida es un asunto serio del que participa cada individuo. Y, en general, el mundo también lo es aunque no todos los individuos participen en su marcha. Aunque, con ciertos personajes los destinos del mundo no siempre se rigen por entidades humanas sino por individuos.
La vida se puede describir desde muchos puntos de vista, como el de la biología, el que sobrecoge desde futilidad astronómica o a través de la literatura. Desde el ámbito histórico parece que la vida cuenta poco, porque se convierte en un mero análisis del acontecer humano con pretensiones de objetividad. La vida es un asunto serio del que participa cada individuo. Y, en general, el mundo también lo es aunque no todos los individuos participen en su marcha. Aunque, con ciertos personajes los destinos del mundo no siempre se rigen por entidades humanas sino por individuos.
Pasado
Asturias me parece la provincia más bonita de España, porque integra los pueblos en el paisaje de una forma única. Cuando atravieso sus valles, no puedo dejar de pensar en los humanos prehistóricos -de dos especies diferentes- que por allí vivieron, los Sapiens Neandertales y nuestros ancestros directos S. Sapiens. Los imagino deslizándose ladera abajo, alcanzando una de las muchas praderas junto al Sella, donde “inesperaban” confiados los ciervos para ser cazados. Y pienso en todo lo que dejaron aquellos humanos, cosas e imágenes que nosotros hemos encontrado y ahora observamos y admiramos movidos por la curiosidad; en realidad, una curiosidad que se vierte hacia nosotros mismos. En estos valles suelo hacer el ejercicio mental de saltar desde lo que fuimos entonces a lo que ahora somos, y desde ahora a lo que seguiremos siendo y seremos... Continúo pensando y saltando en el tiempo: ¿cómo, cuándo o hasta dónde?
Futuro
No me siento hecha para recrear el pasado inmediato porque mi vida, constantemente, echa raíces en el futuro, aunque el futuro a veces me caiga encima como una losa. Lo que siento se podría describir como cuando un alpinista coloca un anclaje de pared en un punto por el que todavía no ha pasado, sin saber qué sorpresa esconde la profunda grieta a la que se aproxima.
(Segunda Nota)
El Espíritu
Pioneros de nosotros mismos.
Ha surgido un nuevo turismo, el de la Prehistoria. Según parece vamos necesitando saber más que lo que nos ofrecen el pasado cercano y el presente. Es decir, cada vez más, necesitamos saber de nosotros mismos. No podemos negar que somos unos pioneros excepcionales. Siempre nos ha gustado explorar: un nuevo territorio de la tierra, el espacio exterior, nosotros mismos...